Truco 1 Aire!
El mayor partido de la leña se obtiene con la regulación de aire medio-alta y llamas intensas. Esto reduce la contaminación porque las partículas o gases se queman con más facilidad para generar calor. Cuando su casa ya está caldeadad, la temperatura de la habitación se regula con la cantidad de leña, mejor que con la regulación de aire.
Truco 2 Poco humo es buena señal
Cuanto menos humo veamos saliendo por la chimenea, mejor. El humo contiene gases con alto potencial energético que no se han quemado. Por eso es buena idea salir fuera de casa y echar un vistazo al humo que sale por nuestra chimenea. Un humo negro y denso es señal de que la combustión no es óptima, normalmente porque el fuego en la estufa o chimenea no es suficentemente intenso. Cuando la estufa tiene una combustión óptima, el humo es casi un ligero vapor de agua, y el humo escapa por la chimenea sin olores ni partículas.
Truco 3 Una estufa limpia es una estufa más caliente
Limpie el hollín que se acumula en su estufa y en los conductos de evacuación al menos una vez al año. De esta manera, su estufa calentará más y mejor. Una capa de hollín, aunque sea de pocos milímetros, reduce el efecto calorífico porque el calor se transmite peor al hierro facilitando que la energía se escape por el conducto de la chimenea. Limpie con más frecuencia si quema mucha madera de pino o maderas resinosas que depositen más hollìn de lo normal.
Truco 4 Maderas diferentes dan distinto tipo de calor
Las leñas duras dan más calor que las maderas ligeras con el mismo volumen, pero por kilogramo todas las leñas dan más o menos el mismo calor, siendo las maderas ligeras más baratas. Las maderas más ligeras o blandas son perfectas para las noches frescas de comienzo o final del invierno. Estas leñas permiten una combustión más limpia y rápida sin convertir nuestra casa en una sauna, y una vez conseguidas las brasas podemos extender el tiempo de calor dejando un leño de madera más dura.
Truco 5 Autonomía para toda la noche
Pocas estufas permiten fuegos que duren más de 2 o 3 horas con una sola carga de leña de manera eficiente. La antigua costumbre de cerrar los tiros de regulación de aire permite mantener brasas hasta la mañana siguiente, pero hay que tener en cuenta que se trata de una práctica muy contaminante, poco eficiente, y con riesgo de incendio de chimenea.
Para acercarse al efecto de un encendido que le permita una autonomía de toda la noche, le recomendamos que la última carga de leña nocturna la realice con algún tipo de madera dura. De todas maneras, si su estufa de leña es de hierro fundido y gran capacidad, un buen tiempo de carga, y la masa de hierro permitirán que su estufa retenga el calor hasta la mañana siguiente facilitando la labor de encendido.
Truco 6 Las turbulencias ayudan!
Las turbulencias en el interior de la cámara de combustión son importantes para encender el fuego porque cuando la temperatura es baja, el oxígeno se resiste a mezclarse con las partículas de la leña. Una circulación de aire que barra los gases del humo facilitan el encendido. Esta es la razón por la que el fuego arranca con más facilidad cuando la puerta de la estufa se deja entreabierta. Algunas casas están tan aisladas, que incluso se debe abrir una ventana cuando se enciende el fuego. Un fuelle también ayuda en el encendido.
Truco 7 Encender desde arriba es mejor
Muchas estufas modernas se diseñan para encender el fuego de arriba hacia abajo. Encener de arriba abajo se hace colocando leños muy juntos en la base, y encendiendo un pequeño fuego encima de esa leña de manera que el fuego va cayendo. De esta manera, incluso con la puerta cerrada desde el principio, la estufa de leña alcanza antes su temperatura de funcionamiento, los gases arden mejor, y la carga de leña dura más.
Truco 8 Siempre más de un tronco
Coloque siempre dos o tres leños cada vez – sólo un leño se consumirá sin calor muy a menudo. La razón es que la leña se consume en tres fases, y un sólo leño no es capaz de mantener optimamente su propio proceso. Más leños ofrecen más s